El inicio de un nuevo año escolar siempre trae consigo expectativas, alegría y el anhelo de nuevos aprendizajes. Sin embargo, este 2025 tiene un significado especial para nuestra comunidad educativa del Colegio La Inmaculada, pues no solo damos la bienvenida a un nuevo ciclo escolar, sino que también lo hacemos en el marco del Año de la Esperanza, declarado por la Iglesia Católica, y con la felicidad de estrenar nuestra nueva sede.
Este momento marca un hito en la historia del colegio. Nuestra nueva sede no solo representa un espacio físico renovado, sino una oportunidad para reforzar nuestra identidad institucional y brindar un ambiente propicio para el desarrollo integral de nuestros estudiantes. Las modernas instalaciones han sido diseñadas para potenciar el aprendizaje, la convivencia y la innovación, asegurando que cada niño y joven encuentre en nuestras aulas el escenario ideal para crecer académica, emocional y espiritualmente.
Durante la primera semana de clases, del 27 al 31 de enero, vivimos momentos de encuentro y fraternidad que nos permitieron fortalecer los lazos entre estudiantes, docentes y directivos. Con entusiasmo, recibimos a nuestros nuevos estudiantes, quienes fueron acogidos en un ambiente de calidez y respeto, sintiendo desde el primer día que forman parte de esta gran familia.
Desde el primer día, las actividades de integración permitieron que los estudiantes se sintieran cómodos y motivados. En cada aula, se llevaron a cabo juegos, presentaciones y ejercicios de confianza, donde el diálogo y la escucha activa fueron fundamentales. Estas estrategias promovieron un ambiente de respeto y solidaridad, aspectos esenciales para construir una convivencia sana y armoniosa.
Uno de los momentos más significativos fue la construcción de los pactos de aula. Estos acuerdos, elaborados entre estudiantes y docentes, establecen las normas de convivencia que guiarán nuestra interacción diaria dentro del colegio. El compromiso colectivo con valores como la responsabilidad, la empatía y la colaboración fue evidente en cada grupo, reflejando el espíritu de nuestra institución.
Además, se dedicó un espacio especial para reflexionar sobre los principales aspectos de nuestro Manual de Convivencia. Se abordaron temas como la Ruta para la Convivencia, la clasificación de situaciones I, II y III, y el Sistema Institucional de Evaluación de los Estudiantes (SIEE). A través de charlas y actividades interactivas, los estudiantes comprendieron la importancia de estas herramientas en la construcción de una cultura escolar basada en el respeto y la resolución pacífica de conflictos.
No podemos pasar por alto la gran alegría que acompañó esta semana. Cada recreo estuvo lleno de risas, juegos y reencuentros entre compañeros. Los espacios comunes de nuestra sede actual fueron el escenario perfecto para fortalecer los lazos de amistad y reafirmar nuestro sentido de comunidad. La disposición de nuevas zonas verdes, salones amplios y áreas de esparcimiento en el futuro facilitará todavía más la construcción de un ambiente cálido y acogedor que todos disfrutaran.
A nivel académico, los docentes presentaron los lineamientos generales del año, compartiendo con los estudiantes los objetivos y metodologías que guiarán su aprendizaje. En cada asignatura, se realizaron actividades diagnósticas para conocer las fortalezas y necesidades de cada grupo, permitiendo así una planificación pedagógica más efectiva y personalizada. La innovación en la enseñanza es una de nuestras prioridades, y este 2025 trae consigo nuevos enfoques didácticos y tecnológicos que enriquecerán la experiencia educativa.
Más allá del aprendizaje académico, este año nos invita a vivir con esperanza. En un mundo donde los desafíos pueden parecer abrumadores, nuestra comunidad educativa se convierte en un espacio donde se fomenta la confianza en el futuro. Queremos que cada estudiante entienda que la esperanza no es solo un sentimiento, sino una actitud que nos impulsa a trabajar con determinación por un mundo mejor.
Por eso, nuestro compromiso como colegio es seguir brindando una educación integral, que forme ciudadanos responsables y solidarios. La educación en valores seguirá siendo el pilar de nuestra propuesta pedagógica, asegurando que cada estudiante no solo adquiera conocimientos, sino también las herramientas necesarias para enfrentar la vida con valentía y optimismo.
Esta primera semana fue una oportunidad invaluable para compartir, aprender y prepararnos para afrontar los retos y oportunidades que traerá este año. Confiamos en que el 2025 será un tiempo de crecimiento personal y académico, donde cada estudiante podrá desarrollar sus talentos en un ambiente de esperanza y renovación.
Desde el Colegio La Inmaculada, les damos la bienvenida a este nuevo año escolar con el corazón abierto y la certeza de que juntos construiremos un camino de aprendizaje, respeto y alegría.
¡Bienvenido 2025!
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